AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS

El equipo de "La Parada de Los Monstruos"

Dentro de pocos días se celebra el Salón del Manga de Barcelona, justo al lado de mi antigua casa en la Farga de L´Hospitalet, lo cual me trae recuerdos nostálgicos de mi viejo barrio y de los paseitos que me daba por él. Rememoro también el primer Salón del Manga al que fui en mi anterior año en la gran urbe, tras convencer a mi colega Piki, no sin resistencia, acabamos echando una tarde entera alucinando, sin saber donde nos habíamos metido, rodeados de miles de otakus disfrazados de sus personajes favoritos, de pandillitas de criajas chirigóticas enseñando carnaza, de gorditos granudos cargados con bolsas de merchandising. Sin duda lo mas parecido a Carnavales que he vivido desde mi llegada a Barcelona, aunque sin copitas de moscatel ni substancias psicotrópicas.

Entre toda la masa de demenciales frikis acelerados allí congregados, me encontré con que uno de los Stand pertenecía a los chicos de "Imán", una de las pocas tiendas sobre el género que hay en mi ciudad natal, uno de esos sitios con personalidad y lleno de personajes a cuál más curioso, donde antaño he pasado más de una tarde pegado a sus escaparates y además donde me he dejado sueldos enteros en sus tesoros. La sensación que me proporcionó encontrar este nexo familiar estando desde hacía tan poco tiempo lejos de mi casa fue increíblemente desconcertante, e incluso llegué a pensar en pedirles que me llevaran de vuelta a Cádiz en su furgoneta al finalizar el Salón.

Me acordé además mi época de fanzinero, vendiendo nuestras revistillas en los Stands de "La Parada", flipando con el merchandising y organizando torneos de Street Fighter a diez céntimos la partida. Aún me río pensando en el jodido chavalín ludópata que se pasó los tres días enteros jugando y ganando los torneos. También te echabas unas risas con la cantidad de niñas feas que desfilaban embutidas sus mollas en vestidos de vampiresas y con los nosferatus languiduchos que las rondaban, tal era el nivel de siniestralidad del evento que decidí pintar una postal con la nueva indumentaria ideal para no desentonar en los futuros salones que asistiésemos, arriba podéis verla.

Como dicen los profes de mi escuela de comics, en los Salones del Manga se junta lo peor de lo peor del mundillo comiquero y realmente hay que tener muchas ganas de aguantar todo el jaleo, pero tantos recuerdos divertidos me llevan a pensar que todo el show merece la pena y por eso se lo recomiendo a todo el mundo. Que si finalmente van, coincidirán conmigo en que la primera vez es una experiencia completamente nueva e inolvidable, sobre todo por elementos como el karaoke o los combates a espadazos entre frikis gafotas. Eso sí, en dosis grandes tanto otaku suelto no solo puede acarrear fuertes dolores de cabeza sino inclusive instintos homicidas y autodestructivos.

Por si acaso y como creo que este año repetiré la experiencia del anterior, voy a empezar a ahorrar unos cuantos laur€ns para darme algún caprichito, como el inquietante "Memories" de Katsuhiro Otomo, que va a ser reeditado en breve por Norma, a ver a que precios.

Si tras leer todo esto alguien finalmente se atreve a ir, ya puede darse por avisado sobre el absurdo universo para-lelos en el que va a adentrarse, para perder unas cuantas neuronas y seguramente pasar un rato divertido con esos dibujitos tan speedicos y ultraviolentos de ojos grandes y rasgados que tanto molan.

Y por supuesto no os perdáis las proyecciones de películas, los Stands de la Escuela de Cómic Joso, los de comida oriental y por supuesto el manga gratis que regalan con la entrada.

Mantendremos informados desde el frente tras la próxima incursión por mi antiguo barrio.

PD: Un saludo a los escasos monstruos que sobrevivieron al Stand de LP en el Salón del Manga de Jerez 2003, aun seguimos padeciendo los malditos síntomas...

En la imagen superior, los miembros del antiguo batallón y de izquierda a derecha, por arriba: El Asceta, Armand, Brumaria, y Yo. Abajo: Nave, Kaworuh, Ryoga, Pip y mi querida Nadie. A todos ellos un abrazo monstruoso.

Atentamente: Plástiko, luego existo...