lunes, octubre 10, 2005

EL CAZADOR


Al cruzar el portal de la tienda, una maraña de hilos de nylon y cascabeles comienzan a dar ruidosos saltos de alegría arriba en el techo, alertando a todos lo de adentro de mi llegada. Las miradas que de repente se clavan en mi son una mezcla entre curiosidad y desconfianza, sobre todo lo segundo, así que su interés no tarda en volverse a centrar en las montañas de cadáveres que devoraban con avidez antes de ser interrumpidos por mi presencia.
A pesar de haber tan solo cinco personas en el amplio local, incluyendo al dependiente, se puede notar una espesa tensión en el ambiente. Todos queremos ser los primeros en encontrar un suculento manjar entre las vísceras esparcidas, y parece que hoy hay bastante hambre por conseguir la primera pieza.
Al cabo de media hora de carroñeo intensivo, dos de las hienas con apariencia de poperos flipados de Tim Burton, se retiran recelosos de la competición. Sin duda solo son dos simples diletantes que aun no han sido iluminados por la verdadera senda del cazador.
Lo mejor es dejarse llevar por el instinto, deleitarnos con el intenso olor que despide la carroña, con los crujidos que de vez en cuando producen al ser manoseadas, y también de nuestros conocimientos sobre la presa y nuestros gustos personales, que tienden a volverse selectivos con la edad.
Solo así uno es capaz de encontrar un ejemplar del casi extinguido "Grendel Tales: Guerra de Clanes" entre todo el resto de basura superheroica, o un currado "Ashen Victor" por tan solo 1 euro. Es así como se distingue a los profesionales del noble arte de la caza mayor en las tiendas de segunda mano, y también pasando mucho tiempo dentro de ellas, husmeando entre montañas y montañas de tripas durante horas, lo cual es algo que no le hace mucha gracia a mi amorcito... Que Cthulhu la perdone en el día del juicio final por no haber sido tan friki de esta pasión carnivora como yo.
Después de hora y media rebuscando cada pila de comics, mi oponente y yo estamos rendidos, así que no sin algo de lastima, decidimos desistir por hoy de nuestro empeño y ponernos a mirar las típicas estanterías abarrotadas con el material actual. Una vez más, la presa que venía a buscar se me ha vuelto a escapar, el escurridizo "Elektra: Born Again" de Frank Miller, toda una autentica pieza de museo. que algún día espero encontrar entre los polvorientos montones apilados en alguna de estas necrópolis plagadas de reliquias y así pasar a finalmente a mi valiosa colección particular.
Hasta entonces seguiré cazando entre las sombras de alguna tienda, compitiendo con el resto de carroñeros del mundo por la busqueda de la mejor de las presas, las más dificiles de atrapar.
Atentamente: El Cazador Nocturno

1 comentario:

Sr.Plástiko dijo...

Y vosotros? Sois cazadores de algun tipo. Pues decidme k tipo de presas os da mayor satistación. Y cuales son las mejores que habéis cazado...
¿¿Os animáis a sinceraros??